Hay un dicho; no se sabe lo que se tiene, hasta que se pierde. Te vi llorar, viviste la monotonía, y te escuchaba hablar, pero era ella la que te entendía. y me robo ese tesoro de duende, y ahora comprendo era valor. Que no se tapan los defectos con pretextos, y en cambio siento rencor. Hay ve y dile que la odio y la detesto por tener lo que fue MIO, aunque la culpable he sido yo. Hoy la considero una enemiga, lamentando la perdida, en la batalla por tu amor. Recércale que no duermo de noche, imaginándote que en el sexo, ella te devora con pasión. Me falta valentía para admitirle, que a tu lado fui una chiquilla, y sombría supero; Agrégale que hoy yo me revelo, envidiosa y egoísta, impulsiva sin control. Creer que yo era la única que tú amarías, que estúpida. Fulana con el premio, y yo la perdedora. La vi llegar, y no pensé que importaría, y te empezaba a conquistar, convirtiéndote en mi enemigo.
domingo, 30 de mayo de 2010
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